
La primera vez que vi la sonrisa del axolote sucedió algo terrible. Nació en mí un sentimiento tenebroso que, temo, me acompañará hasta el día de mi muerte: la zozobra.
Sentí un desasosiego inmenso que me provocó pensar en la cantidad de cosas que existen en el mundo, y yo no conozco. ¿Cómo podía haber estado tantos años compartiendo planeta con un ser como aquel, y no saberlo?
fuente
Ocurrió un día de primavera mientras estudiaba...