
Estás que no estás. No eres capaz de razonar. Te mueves de un lado a otro sin sentido alguno. Te sientas. ¿Qué tenías que hacer? No te acuerdas. Tienes que ir al baño, por quinta vez en la última hora. Te sudan las manos. A veces, de pronto, te asaltan unas ganas nauseabundas de vomitar. Tienes hambre, pero cuando abres la nevera nada te apetece. Te tiemblan un poco las piernas, te sientas. Te siguen temblando, y te quieres levantar.
Tranquilo....