miércoles, 8 de octubre de 2014

El poder del Kawaii, o cómo mirar cachorros te ayudará a trabajar mejor

Hay estudios científicos que a uno verdaderamente le alegran la vida. Qué sensación más buena cuando uno oye cosas como que comer chocolate reduce el colesterol y ayuda a adelgazar,o que el vino y la cerveza previenen las enfermedades cardiovasculares, y¿qué me dices de que reir durante 10 minutos puede quemar hasta 40 kcal? Ah...¡Qué felicidad...!


¡Este estudio es la bomba!
Luego hay otros que no alegran tanto, sino que más bien amargan un poco. A ver, por ejemplo, ¿qué necesidad hay de dedicar tiempo y dinero a investigar sobre los beneficios de las alcachofas sobre la salud? De verdad, ¿por qué?

Pero en fin, no necesitamos ese tipo de negatividad en nuestra vida, centremonos en lo bueno:

¿Sabías que poner posters de cachorros e imágenes tiernas en el trabajo mejora la eficiencia y productividad? Sí, sí, esto no es una habladuría barata, estudios científicos lo avalan.

Ohhh!!

Las sospechas comenzaron cuando a un grupo de científicos americanos se le ocurrió una idea muy seria: enseñar a la gente imágenes de cachorros de animales y luego hacerles jugar al juego "Operación" (ese en el que tienes que sacar huesecitos de un paciente, y si lo haces mal al paciente le pita la nariz y se le pone roja) para ver qué tal lo hacían. Puede parecer absurdo pero hay investigaciones más absurdas aún, como por ejemplo la de los científicos escoceses que descubrieron que una vez que una vaca está de pie, es imposible saber cuándo volverá a acostarse...Estas cosas me hacen preguntarme cómo se atrevieron estas personas a entrar en el despacho de su jefe y proponer esto. Pero volvamos a los cachorros.


oiiiiii

Cuando tuvieron noticia de esto a los japoneses se les pusieron los ojos como platos ¿Cómo podía haber alguien por ahí publicando artículos sobre el efecto de las cosas "monas" y no ser japonés? ¿Cómo podían habérseles adelantado a ellos, los reyes de los Pokemon, Hello Kitis y creadores de todas las cosas monas de este mundo?



No se achicaron. Reunieron científicos, participantes, juegos varios y miles de cachorritos y se pusieron manos a la obra. Hicieron a los participantes mirar a los cachorritos y luego jugar a Operación, pero además les sometieron a otros juegos ya no tan divertidos como contar números en matrices y encontrar letras entre otras letras. Después de mucho juego, mucho número, y mucha estadística, los resultados fueron claros: lo tierno, o el "Kawaii" como los japoneses lo llaman, tiene un efecto poderoso sobre nuestro organismo: mejora significativamente la concentración y el rendimiento y transforma la atención de manera que nos fijamos más en los detalles.

Vaya cosas tiene la madre naturaleza, qué sofisticación. ¿Será éste un mecanismo adaptativo para asegurar a la especie la supervivencia de las crías? Así, cuando hay una cerca, todos los especímenes nos volvemos Terminator y somos capaces de proteger al cachorro en cuestión con todas nuestras facultades mentales y físicas.

Es curioso, además, que lo que nos provoca ternura sean una serie de características que sólo comparten aquellos animales que nacen indefensos: por ejemplo un gatito, un perrín, un bebé, un osito (oiiii) o hasta un pequeño tigre. Cabeza grande en proporción al cuerpo, ojos enormes, patas descoordinadas...Porque luego hay otros animales que no necesitan a nadie cuando llegan a este mundo, y esos ni tienen la cabeza grande ni nada, y como que nos dan más igual. Por ejemplo un pez. Un pez se las apaña perfectamente solo desde el principio de su interesantísima vida, y a nosotros, pues ni fu ni fa.


Bueno, algunos peces sí que son muy monos

Esto me hace pensar dos cosas:

- 1º La madre naturaleza es muy sabia porque aumenta nuestras capacidades mentales para que podamos cuidar de nuestras crías.

-2º La madre naturaleza es un poco torpe porque no nos ha creado a todos los animales autosuficientes desde el nacimiento, que sería algo mucho más práctico.

De cualquier manera lo importante es lo importante: que mirar cachorros aumenta la concentración. Y esto es así, vamos que yo no lo dudo, sobre todo porque lo han dicho los científicos japoneses y todo el mundo sabe que los científicos japoneses no mienten nunca (ejem...bueno...algunos sí).

Yo, cuando me enteré de este descubrimiento no cabía en mí de gozo. Ya me imaginaba toda la oficina forrada de fotos de animalitos adorables y en mi mesa un marco que dijera "empleada del año" por haber importado la idea japonesa de lo tierno como potenciador de la efectividad en la empresa. Y lo intenté, ¡eh! Que no se diga que no, pero nada. Se lo comenté a mi jefa y lo único que conseguí fue que se echara unas risas. Hay que ver qué poca capacidad de convicción tengo, y luego hay gente por ahí que propone a su jefe ideas como investigar si es posible predecir cuando una vaca volverá a acostarse, ¡y triunfa!

Está claro, tengo que observar más fotos de cachorros...



Siento el poder